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En el constante afán por relevar el patrimonio arquitectónico del pueblo Quechua, la Comunidad Indígena Quechua de Quipisca oficializó el lanzamiento de una nueva publicación. Esta vez, se trata de un libro que recoge todas las etapas sobre investigación y sistematización del proceso constructivo de restauración de la vivienda ancestral de Tauquinza, el que fue realizado gracias a un proyecto financiado por el Gobierno Regional de Tarapacá a través del FNDR de Cultura.

“Quisimos tomar como base la experiencia de conservación y restauración de la vivienda patrimonial de Taunquinza, uno de los sitios históricos de residencia y de actividades productivas en el valle donde actualmente se emplaza la sede comunitaria, el hospedaje Samana Wasi y el Museo Comunitario”, sostuvo Olivia Choque, coordinadora del proyecto y contraparte comunitaria de una iniciativa que incluyó a la historiadora del arte Constanza Cáceres, la Antropóloga Social María Francisca Basaure y el Conservador y Restaurador Juan Carlos Cavero, oriundo de Cusco, Perú.

“Luego del recopilar información bibliográfica y acceder a fotografías del patrimonio arquitectónico, los profesionales se reunieron con los socios y socias de la comunidad para conversar y compartir experiencias y reflexiones en relación con la arquitectura quechua y los procesos de construcción y reconstrucción. Un levantamiento de información participativa que, por lo visto en la presentación y en la edición final, dio excelentes resultados”, expresó Olivia, quien también es la encargada de difundir la iniciativa.

“En la medida que las fases del programa paso a paso lo permitan, vamos a ir generando instancias de conversación y reflexión con alumnos de diferentes niveles de enseñanza en Pozo Almonte y en los lugares que logremos gestionar charlas sobre esta y otras experiencias”, concluyó la coordinadora del proyecto.

Referentes indígenas

La historiadora del arte, Constanza Cáceres, quien al igual que la Antropóloga Social María Francisca Basaure es Magister en Patrimonio Intangible, Sociedad y Desarrollo Territorial, explicó que se siente muy cómoda trabajando en la Comunidad Indígena Quechua de Quipisca, sobretodo, porque desde su conformación se han destacado por trabajar en el fortalecimiento y visibilización de una identidad quechua que, por lo demás, ha contribuido al empoderamiento de los pueblos indígenas de la zona.

“La comunidad de Quipisca es un gran referente en materia de procesos socioculturales, albergando una gran cantidad de experiencia a nivel de gestión. Esto, principalmente, porque se han enfocado durante toda su historia en el trabajo continuo para el rescate de su identidad tanto cultural como patrimonial”, dice Constanza Cáceres, quien expresó que la participación en diversos encuentros culturales ha sido de gran alcance para que otras comunidades que se han reconocido como quechuas puedan trabajar en su fortalecimiento a nivel cultural y organizativo.

“La CIQQ posee una gran capacidad de organización y gestión, y si bien han logrado promover el rescate de la lengua Quechua y se han enfocado en realizar capacitaciones a sus comuneros para mejorar la gestión y potenciar el pueblo de Quipisca a través de estrategias que tienen relación con la agricultura y el turismo, necesitaban visibilizar su patrimonio arquitectónico quechua y sistematizar los procesos constructivos de restauración, generando un registro único del proceso que se torna necesario para las futuras generaciones”, cerró María Francisca Basaure.

Finalmente, el presidente de la CIQQ, Wilfredo Bacian, indicó que Quipisca se erige como una comunidad pionera en contribuir a los procesos de investigación para la puesta en valor del patrimonio cultural, a nivel local y regional.

“Es importante destacar que estas construcciones realizadas y por realizar en la comunidad de Quipisca no tienen paralelos en la región. Son construcciones únicas, con una arquitectura tradicional propia de los quechuas y que muchas veces requiere de un equipo de expertos en restauración que viene desde Cuzco, Perú. La verdad es que estas construcciones y la exhibición de su historial son un aporte en todo ámbito al patrimonio material y cultural de la región de Tarapacá».